El platino es notoriamente un metal complejo de trabajar con las tecnologías tradicionales por varias razones. Primero, se funde a temperaturas muy altas (alrededor de 1900°C), lo que requiere herramientas especiales y más costosas en comparación con los crisoles y tapones estándar. Además, en los trabajos con herramientas, disipa mal el calor, causando un rápido deterioro de las herramientas estándar; esto obliga a los fabricantes a utilizar herramientas más resistentes pero también más costosas, aumentando significativamente los costos de procesamiento.

La introducción de la tecnología 3D Metal Binder Jet en el mundo de la joyería y la alta relojería ha revolucionado el procesamiento del platino, superando muchos desafíos relacionados con su fabricación. A diferencia de las técnicas de fabricación tradicionales, la tecnología de impresión 3D no requiere la manipulación física del metal, eliminando las dificultades comunes asociadas a su procesamiento y permitiendo la creación directa de diseños complejos en platino que de otra manera serían imposibles o prohibitivos y costosos de producir con métodos convencionales.